Doce de Octubre: ¿América o Europa?

El gobierno de España ha solicitado recientemente a la Comisión Europea que se retire la obligación de visado a los ciudadanos de Colombia y de Perú, vigente desde la entrada en vigor del espacio Schengen en 2001. En aquella ocasión, el gobierno abandonó la diplomacia tradicional de España y optó por la Europa de Maastricht y el euro, atrayéndose duras críticas de las repúblicas latinoamericanas y sus intelectuales.

Hasta entonces, España había conseguido exportar allí el modelo político de la transición y, al mismo tiempo, emprender un vasto programa de inversiones destinado a crear las multinacionales que la economía española necesitaba para equipararse con sus socios europeos.

Casualmente, después del abandono de Schengen, surgen Chávez (2002), el kirchnerismo (2003), Evo Morales (2005), Rafael Correa (2007) que devuelven a sus repúblicas a la tradición populista y rechazan el modelo político y la injerencia económica española, calificándola de colonialismo. La crisis económica marcará las horas más bajas desde que España lanzó el proyecto de una comunidad iberoamericana de naciones.

El acercamiento del gobierno de Rajoy a la Alianza del Pacífico, con el gesto de los visados, marca tal vez el comienzo de una nueva época en la que España debe volver al objetivo que se había fijado cuando ingresó en la Comunidad Europea: servir de puente a los intereses de Latinoamérica en Europa. Si es así, España debe actuar sin afectación, ni paternalismo, ni arrogancia, sino como un socio a parte entera de las repúblicas latinoamericanas, desde el convencimiento de que lo que es bueno para ellas es bueno para España.

Algunas empresas españolas lo han entendido ya. Durante mi estancia en Harvard tuve la oportunidad de compartir aula con un grupo de jóvenes de todo el continente americano, que estaban becados por el Banco de Santander y Telefónica. El contacto con ellos, con su juventud, su inteligencia, el futuro extraordinario que tenían ante sí, me devolvió el entusiasmo de las ideas de juventud que me llevaron a estudiar Historia de América en Sevilla.

En este Doce de Octubre, desde Bruselas, propongo que España emprenda una nueva asociación con Latinoamérica y que se bata el cobre en los pasillos del Berlaymont, por nuestros hermanos y, ahora, socios en el proyecto de crear un mundo más próspero y mejor.

4 comentarios en “Doce de Octubre: ¿América o Europa?

  1. Hola Joaquín

    Grandes ideas has planteado en tu blog…………los destinos de España y América Latina están llamados a tener intereses comunes, porque son más las cosas que nos unen, que nos hacen similares.

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  2. EL problema es el siguiente: TODOS los esquemas educativos latinoamericanos continúan enseñando la Leyenda Negra, llena de mentiras y tergiversaciones, por un modelo de absoluto indigenismo idealizado basado en el libro «las venas baiertas’ de Eduardo Galeano. -«Los españoles vinieron y nos conquistaron; mataron a todos los indios y se llevaron todo el oro»- es la letan;ia del hemisferio. Y lo peor es que lo dice gente blanca, nietos de españoles emigrados en los 1950’s. Debido a que la «empresa de América» estaba basada en un modelo Católico Apostólico y Romano, y eso en España hoy por hoy, también está mal visto… se tiene porno puesto. Muy mucho beneficiaría a España y sus regions el enseñar lo quelogramos juntos y no solo mencionarlo.

    No tiene nada que ver con el paternalismo, ‘España’ casi siempre llega a Lat Am pidiendo perdón y con complejo, y no tiene nada que hacer en Lat Am mientras no asuma la responsabilidad de tener los XXX de decirles a la cara MENTÏS a los populstas, como yo personalmente hago y he visto hacer y hacen personas y politicos individuales al presentárseles las mentiras de la Leyenda Negra. Hace tiempo que por ejemplo Francia y Portugal asumieron que no son africanas sino europeas, pues España tiene además que asumir que no es latinoamericana sino Europea, y que por más intereses estratégicos que tenga, sus problemas geopolíticos más inmediatos están en Europa y el Mediterráneo. Si eso no le gusta a los populistas acomplejados, no es mucho que podamos hacer.

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    • En «Enamorado de la Marca España», decía yo que: «En Europa se tienen distintas percepciones de España. Hay una anclada en la historia, pues buena parte de los estados-nación de Europa y América se formó contra el mismo enemigo exterior: España, la superpotencia del momento. Es difícil erradicar en el imaginario colectivo de esos países la inquisición, los jesuitas o la crueldad “innata” de los españoles.»

      Pasa exactamente lo mismo con Latinoamérica. Sinceramente, pienso que la discusión sobre la leyenda negra es estéril. Hay que buscar enfoques nuevos. Y por encimo de los sentimientos, Latinoamérica es un mercado de 500 millones de personas con un potencial de crecimiento y un futuro extraordinarios, en el que las barreras de entrada para España son menos fuertes, por el idioma, la cultura, que para otros. Esa ventaja se puede maximizar si los latinoamericanos refuerzan sus relaciones con Europa. Cuanto más colaboremos con ellos, más nos ayudamos a nosotros. Por eso pienso, que Rajoy emprende un camino inteligente con esta medida.

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