(…)
Mi capitán no contesta, sus labios están lívidos e inertes;
Mi padre no siente mi brazo, le faltan el pulso y el brío;
La nave ha atracado en puerto seguro, la singladura ha concluido;
De la pavorosa travesía, vuelve vencedora la nave con la misión cumplida;
¡Que los puertos se colmen de alborozo
¡Que las campanas toquen a rebato!
Pero yo caminaré afligido por la cubierta donde mi capitán
yace, frío y sin vida
(…)
Whalt Whitman, O Captain! My Captain, traducción propia